domingo, 6 de junio de 2010

Moraleja tenía un plan

El PGOU (Plan General de Organización Urbana) de Moraleja de Enmedio en 2005 mostraba un desarrollo urbanístico, industrial y de espacios dedicados al ocio bastante prometedores para la futura expansión territorial que se produciría en un tiempo, aproximado, de quince años.

Por medio de un seguimiento a través del pasado, presente y futuro de Moraleja de Enmedio, es posible vislumbrar el desarrollo del pueblo. Lo que iba a mejorar, lo que empeoraría, como quizás las urbanizaciones colindantes o las futuras carreteras, y lo que siempre ha permanecido intacto en el tiempo.

En el futuro, dentro de dos años (esto se supone que se produciría en 2007-2008…), se preveía que Moraleja de Enmedio amplíara el número de habitantes de 4.500 a 6.000 personas. Las normas subsidiarias de 1993 imponen que el suelo se divida en dos partes. Por un lado, los fragmentos territoriales no urbanizables que están protegidos y representan espacios verdes. Por otro, los terrenos urbanizables que a su vez se dividen en sectorizados donde está permitido edificar y los no sectorizados, destinados a futuros desarrollos. A junio de 2010 se puede confirmar que el número de ciudadanos es algo superior a 5.000.

En un margen de quince años el desarrollo residencial llegará a las 8.000 viviendas. Se dispondrá además de 220 hectáreas donde se construirá un parque empresarial donde se ubicarán las naves que ahora estaban en el polígono colindante a la urbanización El Mirador y una zona recreativa consistente en la construcción de un campo de golf. Las carreteras también están presentes en ese proyecto que recoge el PGOU. Se construirían la M 407 que unirá el barrio de Loranca con Serranillos, la M 410 con un trazado que nace en Moraleja y acaba en Parla, la M 413 que será de un trazado más regular que la actual carretera que les une con Arroyomolinos, la radial 5 de peaje y la AP-41 que abarca un desdoblamiento en el pueblo y cuyo trazado comenzaba en Madrid, pasará por Toledo y acabará en Córdoba.

Ese Plan General abarcaría el problema de la subestación eléctrica, muy próxima a una urbanización llamada Las Colinas. Se sostenía que esa subestación debe ser soterrada para acabar con los ruidos o con los peligros que conlleva tener cerca de un núcleo urbano esa concentración eléctrica. Si no se lleva a cabo ese procedimiento se intentaría desviar la electricidad por pasillos magnéticos, contando en todo momento con la autorización y el respaldo de la Comunidad de Madrid en todas estas medidas. De momento, nada se ha hecho hasta la fecha.

Las inversiones con las que, por entonces, contaba el Ayuntamiento de Moraleja de Enmedio eran las siguientes: en cultura disponía de un total de 886,159 €, en educación 52,850 € repartido en mejoras de centros docentes, en deportes ha invertido 2.838.554 € para una pista de Squash, footing y snowear, recalando el mayor presupuesto en una piscina climatizada, en sanidad hay 63.000 € y un total de 572.179 € en otras inversiones, recalando ese presupuesto mayoritariamente en un área de desarrollo social y económico y en un punto limpio de energías renovables.

Carlos Alberto Estrada Pita; Alcalde de Moraleja de Enmedio miembro del Partido Popular Municipal me recibía en el Ayuntamiento. Me invitó a sentarme en su mesa oval amigablemente. El tema a tratar era el PGOU y la futura expansión del pueblo. Es más joven que sus anteriores predecesores Godino Palomo y Ángel Díaz ambos representantes del Partido Socialista. Cierra la tapa de su portátil, deja sobre la mesa el móvil y las llaves de su Mercedes color azul nácar (que finalmente cambió por otro con más prestaciones). Viste ropa Juvenil con un jersey azul descolorido. La perilla le subraya la mandíbula antes de unirse con las patillas. Su tono de voz, áspero y grave, contesta a la mayoría de mis preguntas.

Sostuvo que no hacía ninguna falta que el tren pase por el pueblo. Desplazándose hasta Humanes de Madrid para ello, bastaría. Compara la edificación de Arroyomolinos con la de Moraleja. La primera está diseñada de forma masificada y compactada. De hecho, basta con venir del centro comercial Xanadú para observar el cerro construido como de un panel de abejas se tratase. En Moraleja no han querido llevar a cabo esa política de edificación (o no han podido).

Afirmaba que a Juan Velarde, Alcalde de Arroyomolinos, le había tocado lidiar con ese problema y que él, en cambio, tenía que hacerse cargo de la separación de la industria del polígono colindante a la urbanización El Mirador, ya que la zona industrial no puede estar tan próxima a la zona residencial. Colocando el polígono en uno de los futuros cinco sectores que aparecen en el PGOU. Había oído hablar de que en ese polígono se rodaban programas de televisión. Éste lo afirma y añade que hay cuatro platós de estudio y que se están construyendo dos más. La productora que está detrás de todo es Miramón Mendi. Una empresa privada de televisión, teatro y cine comandada por Jose Luis Moreno y que aprovecha sus instalaciones en el pueblo para rodar también escenas de la exitosa serie Aquí no hay quien viva, A tortas con la vida o La que se avecina emitidas algunas por Antena 3 y otras por Telecinco.No me reveló ningún dato económico al respecto, ni ningún otro dato de interés con este tema. Matizaba que el hecho de tener en Moraleja de Enmedio a un magnate de la comunicación, como es este caso, ayuda a ampliar la fama del pueblo, haciendo que más gente se sienta atraída a visitarlo.Cuando le pregunté sobre la construcción de algún centro comercial; añadió que había un suelo edificable que pudiera soportar el peso de la infraestructura, pero que teniendo Loranca al lado y Xanadú al otro, sería una decisión insostenible y carente de fundamento el construir uno en Moraleja de Enmedio. Arroyomolinos, en cambio, había colocado un supermercado Carrefour que pronto se abriría de cara al público. También tiene un Mercadona, un Día y está a punto de abrir un Lidl; a pesar de la presencia próxima de Xanadú, estos proyectos se han llevado a cabo.

Tras cinco años de aquella entrevista con Carlos Estrada se está edificando en el pueblo un Ahorra más detrás de la iglesia.

Paralelamente, me interesé por la situación de algunas urbanizaciones más alejadas del casco urbano y que parecen, aún, estar descolgadas de cualquier acción futura. Carlos Estrada sostuvo que la idea global con respecto a esas urbanizaciones es acogerlas y abrazarlas para que crezcan ya que al fin y al cabo, aunque estén ciertamente al margen del pueblo, ellas también pertenezcan a él.

En el pasado, allá por el siglo XV, Los Reyes Católicos dieron la villa a Andrés de Cabrera y más tarde pasó a ser propiedad de los condes de Chinchón. Este fundó un Mayorazgo para su hijo, quien en 1486 firmó un convenio con los lugareños. La población pasó a ser de diversas manos, como los Condes de Montijo, Romanones y Casa de Tamames. Los vecinos de Moraleja de Buyeros (o de los Butifarros), se pusieron de acuerdo con los de Moraleja La Mayor, tres siglos después de la fundación de la primera, todo quedó zanjado en lo que ya a día de hoy se conoce como Moraleja de Enmedio. Este pueblo perteneció al condado de Chinchón desde que fue creado como señorío en 1480, pero se incluía a la vez en el sexmo de Casarrubios, y por tanto en la provincia de Segovía, pero perteneciente a la de Madrid. En el siglo XIX se unen a los anteriores los vecinos de Moraleja la Mayor, quedando esta última despoblada. Todavía se conservan restos que prueban esa antigua existencia al sur del término municipal. Se baraja la posibilidad de que la despoblación de la villa probablemente se debiera a la presencia del arroyo del Sotillos o de La Moraleja Mayor (y de la charca), en la que proliferarían los mosquitos del paludismo y de otras epidemias irreversibles en aquella época.
 
Me despedí del Alcalde. Bajé las escaleras para salir del consistorio. Echo un último vistazo a la sala principal. Un ambiente sosegado invadía el lugar. Los muebles de madera antigua parecen pedir una jubilación. La decoración tiene un tono clásico y anquilosado. Es como si el tiempo se hubiera detenido en esa sala, como si el pasado se hubiera anclado en el corazón del pueblo y no quisiera marcharse de allí. El pasar de los años había tomado vida propia en el Ayuntamiento. En comparación con el de Fuenlabrada o con el pueblo próximo de Arroyomolinos, éste parecía una reliquia. Alguien debería abrir la puerta y dejar pasar aires nuevos.


Fuente: The Golemjull BLOG - 06/06/2010

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